Está bueno sentirse vivo, está bueno por unos minutos romper los esquemas, está bueno ser uno mismo sin ningún tipo de temor, sin ningún tipo de prejuicio, sin ninguna represión. Ese momento en el que vos podés ser vos, eso es liberación, ese minuto, esa hora, esa semana, lo que sea, siempre está bueno sentirse uno mismo, dejar de usar un antifaz para sonreír de forma adecuada, para decir y a su vez dejar de decir en momentos concretos.
Mucha gente, poca gente, solo, acompañado, de la forma que sea, es tan relajante dejar de lado la formalidad y el 'deber hacer' para transformarte en un simple humano descalzo que se ríe de estupideces sin sentido, que por unos segundos, sin pensar demasiado, se vuelve un poco más feliz.
Del amor al odio hay un paso, de la represión a la libación solo dos.
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