El tiempo va, no viene.

Nunca se es consciente del tiempo, nunca. Es algo que nos va llevando, ¿lentamente? quizás, otros pueden decir que muy rápido, otros aseguran que lo justo y necesario, pero coincidimos en que siempre va en una dirección determinada, hacia adelante. El tiempo no vuelve, es un boomberang que nunca regresa a tu mano, por lo cual no tiene sentido lógico aferrarse a lo que ya fue, a lo que ya no es. Soltar el pasado ha de ser de las cosas más difíciles que nos enfrentamos los humanos, es dejar todo aquello que no existe más, pero que vive en nuestro recuerdo, para poder continuar adelante, ¿se puede caminar con un píe atado a un árbol? Seguramente sea mucho más difícil que caminar sin ataduras.
Cuando suceden tragedias, cuando la realidad te da una cachetada, ahí descubrimos que hay que disfrutar del hoy, es necesario que la tristeza te llene para darte cuenta que en realidad vivís de quejas sin sentido, de quejas estúpidas, que todavía seguís atado a un árbol imaginario.
Todos podemos ser felices, el problema es que no todos saben donde buscar esa felicidad, no está en las botellas del fin de semana pasado, no está en el árbol que quedó atrás, no está en lavar las culpas, está en uno mismo, está en valorar todo lo que tenemos, está en entender que estamos vivos, entender que el tiempo no vuelve, que se va y nosotros con el, entender un viejo mensaje que parece trillado, y lo es, pero que encaja perfecto: la vida es hoy, ni ayer, ni mañana, hoy. 

Unknown

Phasellus facilisis convallis metus, ut imperdiet augue auctor nec. Duis at velit id augue lobortis porta. Sed varius, enim accumsan aliquam tincidunt, tortor urna vulputate quam, eget finibus urna est in augue.

No hay comentarios:

Publicar un comentario