Bitácora de mi viaje II

Segundo día de este viaje, es muy pero muy pronto para sacar algún tipo de conjetura de lo que sucede, hasta ahora sigo sintiendo nervios, es todo muy nuevo para mi, estoy a bordo de una maquina mucho más grande de la que provengo, muy distinta.
Y esa fue mi primer reacción, la nostalgia del barquito de donde vengo, pero no por el barco en si, más bien por las vivencias los recuerdos, fue  como si me movieran un cajón que intenté apretar fuerte pero que igual quedó flojo. Creo en este momento más que nunca en que uno valora lo que tiene cuando lo pierde, si ya se estoy ganando mucho, pero a su vez perdí algo que ya no voy a recuperar, pero a fin de cuentas, ¿no trata de eso la vida misma? Todo el tiempo estamos dejando atrás lo que queremos para afrontar nuevos retos, de eso creo yo que trata la vida, o por lo menos intento creer eso, por buscarle un mero sentido, ¿Qué seria de todo esto sin un sentido? Si no lo tiene, prefiero inventármelo y llevar mejor esta vida, la verdad es que prefiero vivir así que resignado a que soy una mera casualidad y vivo porque todavía hay aire que respirar, sin sentido alguno.
Los tripulantes, bueno que tema este, para mi suerte o mi desgracia, encontré caras conocidas por estos lados, y como a el destino le gusta pegarme de vez en cuando, a quienes prefiero tener cerca, los tengo lejos, no tanto pero si más lejos que los que quisiera tener a kilómetros. Estoy en un camarote bastante pequeño, donde todo el tiempo nos vemos las caras, hay momentos donde nos juntamos con otros tripulantes y quizá allí puedo pasar un poco más desapercibido, cosa que debo decir me encanta. En cuanto al camarote, estoy con gente que nunca pensé que tendría cerca esa es la verdad, soy el punto negro en la hoja blanca, por así decirlo, ¿se entendió que soy bastante distinto al resto? Y eso lleva a que, me quede un poco de lado, y debo reconocer que en este poco tiempo me tiro un poco abajo, pero me di cuenta de algo, y siento que el viaje ya esta produciendo cambios en mi, se que el estar ‘lejos’ de quienes quiero, y cerca de gente muy distinta a mi, es un reto, un desafío, lo que vine a buscar. Y no pienso bajar los brazos, pienso ganar, cuando llegue a tierra, quiero poder decir, ¡gane! Y no por alimentar mi ego, si no por el simple hecho de volver a creer en mi, una cosa que me cuesta y mucho, básicamente el problema por el cual decidía encerrarme, no confío en mi, no me agrado, no estoy conforme conmigo mismo, pero así no soluciono nada, estoy dispuesto a cambiar, hasta encontrar mi comodidad, mi estabilidad, suena raro pero eso también fue lo que vine a buscar.
En muy poco tiempo, debo reconocer que sufrí varios cambios de ánimos, por momentos quiero salir corriendo, y en otros quedarme y seguir el viaje, y por ahora sigo en la segunda, espero poder mantenerme así, se que no es fácil, pero como dije, eso vine a buscar acá, soy conciente de que hay aguas tranquilas y aguas turbias, solo hay que aprender a llevarlas de la mejor manera, y eso intento.
Mañana creo que empiezan parte de mis cambios, cuando tenga un tiempo libre me volveré a sentar en la proa, mirando el horizonte y les contare como sigue mi viaje.

Unknown

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3 comentarios:

  1. es difícil che, pero cuando empiece a soplar el viento vas a ver que al llegar al puerto te va a dar ganas de seguir en viaje :)

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  2. Blogger -Emiliano dijo...

    Si si me acuerdo, y creo saber de quien hablas, pero bueno cosas que pasan y pasarán, hay que seguir.

    15 de marzo de 2011 22:23


    Crees? Hablás de isubfvuiawefbiebfacaoefnofiauweioufb? si sabes quien es, ves el nombre entre todo eso u.u
    Bueno, si creías eso, es él u.u

    Cosas que pasan sí, :/

    Recien lo veo xD besito! Y dejá de decirme So que así me decían en el belloni y siempre lo odié xD

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